Dejar de ser un capullo
para ser una flor.
Dejar de ser un boceto
para ser una pintura.
Y así creemos que vivimos
en continuo movimiento
aunque nosotros a veces
seamos los más estables
y los más tranquilos.
De ese movimiento que
llena de vida
a cada parte de uno
para poder ser
nosotros después
los que generemos
ese sentimiento continuo.
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